Casos Reales

Mi hijo murió en accidente de tráfico y no podíamos repatriarle a su país

El sábado 1 de Mayo del pasado año, recibo una llamada comunicándome la trágica noticia de que mi hijo había fallecido en accidente de tráfico. La familia de mi hijo reside en PERÚ y es evidente que todos deseábamos hacer el funeral en su ciudad natal. Con este fin, solicitamos un presupuesto de repatriación del cuerpo el cual no podíamos afrontar por la cuantía del mismo. Nadie me adelantaba dicha cantidad, ni siquiera la compañía de seguros responsable del siniestro, dejándome en un estado de desamparo y desasosiego.

Un compatriota me habló de una empresa de Ayuda a Víctimas de Accidentes de Tráfico (Abomedia) y no dudamos en presentarnos en las oficinas de Coruña inmediatamente. Desde el primer momento, me prestaron todos los servicios y medios para la repatriación así como los viajes de ida y vuelta para mis dos hijos, mi mujer y yo.

Finalmente pudimos hacerle un funeral digno en su tierra natal. Quiero manifestar mi más profundo agradecimiento a la empresa Abomedia y a todo el personal que la integra, a la cual tuve la suerte de encomendarme y que me ayudó a resolver todas las complicaciones, tanto en el aspecto administrativo y judicial de todas las complicadas diligencias derivadas del accidente, así como su apoyo moral durante todo el proceso.