Casos Reales

Me accidenté contra la puerta de un coche cuando iba con mi moto

Mi nombre es Daniel Ballesta y soy empleado de banca. El día 21 de mayo de 2002 circulaba con mi vespa por la calle Diego de León en la ciudad de Madrid, donde residía; concretamente de los dos carriles existentes en el sentido en el que circulaba iba por la derecha, encontrando en el carril izquierdo una fila de coches detenidos por circunstancias del tráfico.

Pues bien, cuando me encontraba rebasando uno de ellos, de manera sorpresiva se abrió la puerta del acompañante, la mala suerte quiso que la esquina inferior derecha de la puerta del vehículo, fuera a dar precisamente en mi tobillo, ocasionándome una importante lesión en el mismo y la caída de la moto.

Aquí empieza mi ir y venir desde el punto de vista médico, como mero dato señala que se me diagnosticó FRACTURA LUXACIÓN SUPRASINDESMAL ABIERTA GRADO I DE TOBILLO IZQUIERDO Y FRACTURA OSTEOCONTRAL CÚPULA ASTRÁGALO IZQUIERDO; fui intervenido el 23 de mayo del 2002 en el Servicio de Traumatología y Cirugía Ortopédica del Hospital Clínico San Carlos, donde a parte de lo señalado se evidenciaron mayores lesiones. El tratamiento de rehabilitación lo realicé a través de una Clínica Privada, comenzando el apoyo del pie el 17 de julio de 2002 y siendo intervenido en varias ocasiones para retirar material de osteosínteis hasta ser dado de alta el día 10 de abril de 2003.

Ha sido un proceso curativo lento pero al menos moderadamente satisfactorio, aunque i vida ha cambiado radicalmente, ya que, durante toda mi vida he sido jugador de rugby, llegando a alcanzar los más altos niveles, y como consecuencia de las secuelas que me han quedado sufro una imposibilidad para hacer deporte a cualquier nivel, no pudiendo siquiera mantener una carrera continua.

Todo esto ha sido resumidamente mi historia médica pero también durante ese tiempo he vivido una larga y hostil lucha contra la Entidad Aseguradora del vehículo que me causó las lesiones, que me hace comprender porque construyen edificios tan grandes. Muy amablemente la Compañía de Seguros me entregó 2.991,72 € en fecha 29 de julio de 2002 y 3.998,96 € en fecha 6 de noviembre del mismo año, señalándome que tenía todo su apoyo para todo lo que necesitara. Pues bien, solicité un psicólogo por la situación en la que me encontraba, solicitud que me denegaron por no estar, según su versión, dentro de la cobertura en un accidente de tráfico.

Fue en ese momento cuando conocí a Abomedia y ellos me abrieron los ojos; me dijeron que tenía derecho en primer lugar al tratamiento médico que fuera necesario para mi curación, incluido tratamiento psicológico, así como a un adelanto de indemnización que, de acuerdo con la Ley, tendría que hacerse efectivo como máximo en el plazo de tres meses después del accidente, ya que en caso contrario la Aseguradora incurriría en intereses de demora.

Con esta información acudí a la Aseguradora la cual lo único que me indicó fue que se me había informado, que me atuviera a las consecuencias y que ya vería que lo que me habían dicho no era correcto y que la intervención de este tipo de empresas lo único que hacía era hacer perder dinero a los clientes.

Cierto es que cumplieron su amenaza ya que hasta fecha de 1 de marzo de 2004 no consignaron la cantidad de 49.570,81 € que, de acuerdo con su criterio, era lo que me correspondía, aunque el Juzgado de Instrucción correspondiente de Madrid, consideró que de esa cantidad me tenía que entregar 33.169,00 € teniendo en cuenta mis secuelas.

El resultado del primer Juicio de Faltas la verdad es que fue bastante desalentador, ya que resultó una Sentencia absolutoria, y siguiendo consejos de mi excelente abogado no se recurrió, sino que acudimos a lo que se llama la vía civil. Una vez presentada la demanda donde se solicitaba una importante cantidad de dinero, la Entidad Aseguradora la consignó, pero únicamente señaló que consideraban que me debían ser entregados 2.300,00€, cantidad que se me entregó a finales de junio de 2005.

Ciertamente me he dado cuenta que la Justicia es lenta, ya que la Sentencia de ese juicio está fechada el 20 de febrero de 2007 y la verdad es que ha resultado enormemente satisfactoria, ya que se ha aumentado 4 veces la indemnización que consideraba justa la Entidad Aseguradora.